domingo, 13 de diciembre de 2020

AUTOBIOGRAFIA ESCOLAR: Una mirada interna

   Nací en la década del 60” un par de años después del derrocamiento del presidente Arturo Illia en pleno gobierno de facto del Teniente General Juan Carlos Onganía quien cargaría con la responsabilidad histórica de la inolvidable “Noche de los bastones largos” que llevó a la “fuga de cerebros” y el exilio de científicos argentinos, como también promotor de la devaluación de un 40 % de la moneda, surgió en aquellos años la teoría de que el gobierno debía atender primero el “tiempo económico” sobre el “tiempo social” y “El tiempo político” … como pueden  ver  llegué al mundo en tiempos revueltos,  el 21 de mayo de 1968 en la clínica Mitre en plena ciudad de Mendoza, me llenaron de nombres … Pablo Antonio Eduardo Maessen Bolla, si … tres nombres, uno solo para mí los otros dos haciendo honor a mis abuelos que no pude conocer. Mis  padres son Oscar Eduardo Maessen y Rita del Valle Bolla algo así como una versión latina de “la dama y el vagabundo” ja ja ja. Para cuando nací en Francia se produjo una de las huelgas más grandes de la historia donde diez millones de manifestantes salieron a las calles donde estudiantes, obreros  y policías se enfrentaron en lo que se llamó el “Mayo francés”, posiblemente estos acontecimientos a miles de kilómetros de mi lugar de nacimiento influyeron en mi personalidad y en mi vida futura. ¿Quién cree en las casualidades?  Las frases  pintadas en los muros de París seguramente  marcaron para siempre a muchos de los jóvenes del mundo entero … “la imaginación al poder”; “Prohibido prohibir” [1]…  A los pocos meses mis padres decidieron aventurarse y probar suerte en búsqueda del sueño americano, o tal vez tratando de “escapar” de todo lo que estaba por acontecer en nuestra patria  por lo que el país del norte fue el lugar donde aprendí a dar misprimeros pasos y también a hablar, lógicamente en inglés integrándome a sí a un sistema de educación  donde partía de mi casa a la mañana y regresaba a la tarde listo para bañarme, cenar y dormir a las 7 pm. Fui parte de una escolarización muy temprana con maestras de guardería que me cuidaban, me hacían ver dibujos animados en la televisión en colores, me contaban cuentos como a todos los  niños de ese país a los 3 años. Me enseñaron los números y el abecedario, a cantar y a recitar muchos versitos, festejábamos  el “día de acción de gracias” y “Halowen”  que hasta el día de hoy recuerdo como parte de otra vida.[2] En esos tiempos el convivir con personas de diferentes razas y nacionalidades era algo común al igual que comer hamburguesas hablando por teléfono con Ronald Mac Donal’s. Las navidades eran blancas y heladas. Mis padres me hablaban de Santa Claus y hasta me llevaron a un lugar donde supuestamente vivía con la Sra. Claus, una casa con chimenea donde el hombre de barba blanca y traje rojo vivía con su esposa rodeado de renos a los que pude darle de comer de mi mano, recuerdo su lengua húmeda y áspera...  Los pinos gigantescos estaban  llenos de regalos. Fui afortunado por haber visto en directo la llegada del hombre a la luna presencié ese pequeño paso para un hombre y gran paso para la humanidad.  A pesar de ser un niño tuve la oportunidad de conocer personas de la ciudad y del campo que por sus actitudes mi hicieron sentir el calor y el afecto de la gente de E.E.U.U. Un día mi madre me dijo que volveríamos a la Argentina para reunirnos con papá que había regresado unos meses antes porque mi abuelo estaba muy enfermo. Tuve que desprenderme todo regalando lo que tenia, la mayoría de mis juguetes más queridos… una gran y dura enseñanza para un niño!!!
                Durante nuestra ausencia se sucedieron cambios que marcarían la historia de la educación en Argentina. La derogación en 1970 de la Ley 4.874 (sancionada en 1905 complementando la ley 1.420 de 1884) conocida como “Ley Láinez” que había tenido el propósito de extender la educación Laica y gratuita en todo el territorio nacional apostando a la educación como medio de progreso y planificación social. La ley Láinez se fue apagando lentamente de forma planificada desde la revolución libertadora en 1955, los diferentes gobiernos militares aceptando las propuestas del FMI y del Banco Mundial respecto a política educativa retrotrayendo el rol del Estado en materia educativa para controlar los  gastos públicos transfiriendo las escuelas nacionales al ámbito provincial.-                Un día caluroso de 31 diciembre de 1972 durante la presidencia del Teniente General Alejandro Lanusse con solo  4 años regresamos a la Argentina. Lo más impactante fue encontrarme en un país que hablaba en español donde todos los parientes y amigos de la familia me “acosaban” pidiendo que les hablase en inglés recitando alguna canción o versito. Fue tan molesto que mi reacción fue de un día para otro silenciar la que hasta el momento fue mi lengua madre. A partir de ese día solo hablé español y comencé a comportarme como cualquier niño argentino de mi edad.
                En marzo de 1973  todavía con 4 años comencé el Kínder (todavía se le llamaba así en aquella época)  en el jardín “Merceditas” en la escuela “Infanta Mercedes de San Martín” en el corazón del centro de Mendoza, al mismo tiempo que nos mudamos a vivir a Guaymallén. De esa época de mi educación recuerdo haber trabajado en mesas y sillas pequeñas haciendo trabajos con lápices de grasa que tenían un olor espantoso muy distantes a la calidad que recordaba haber usado en E.E.U.U. Recuerdo también un gran salón de actos con un piano y un acto donde estaba disfrazado de “Fray Mamerto Esquiú”. Lo que jamás olvidaré  es como sufría y lloraba junto a las rejas cuando mi madre se demoraba en irme a buscar, una terrible sensación de abandono. Recuerdo que eran años difíciles y duros pero mis padres siempre se preocuparon de que no me faltase nada estimulando mi capacidad de soñar.
                1973 fue una año complejo como toda la política Argentina se llamaron a elecciones con la prohibición de Perón quien se encontraba en España. Así el 25 de mayo llegó al gobierno Héctor Campora la denominada “primavera camporista". Durante su breve gobierno se destacó “El pacto social” entre sindicatos y empresarios. Tuvo una política universitaria inclusiva con participación protagónica del movimiento estudiantil. Reorganizó el partido justicialista quien organizó la denominada “Operación retorno de Perón”. La entrega del liderazgo del partido justicialista de Campora a Perón no fue tan tranquila y lo que debía ser una fiesta donde participarían 2 millones de seguidores desembocó en la denominada “Masacre de Ezeiza” (20 de junio de 1973) donde militantes justicialistas de derecha e izquierda se enfrentaron en una verdadera batalla campal. Un año tan duro teñido de sangre terminó con la muerte del líder sindical José Ignacio Rucci acecinado por un francotirador montonero     
                En 1974 comencé la escuela primaria en el “Colegio San Buenaventura”, escuela religiosa católica tradicional, solo para varones,  donde mi padre fue alumno. Todos los días usaba camisa blanca, corbata roja, guardapolvo gris, pantalones de grafa grises y zapatos negros acordonados bien lustrados. El horario de entrada era ha las 7:45 am por lo que estaba obligado a levantarme temprano con mi mamá que iba a su trabajo. Tomábamos el micro línea 53 con cartel rojo “por nacional”  que tenia recorrido de Villa Nueva al centro de Mendoza por lo que aprendí a movilizarme en micro desde muy temprana edad. Era tradición  antes del amanecer formar en  fila pararse firme y cantar la canción “Aurora” a la hora de izar la bandera. La señorita Teresita fue mi maestra de primer grado que por esas cosas del destino había sido compañera de mi mamá. Toda mi vida educativa estuve rodeado de personas que por alguna razón u otra conocían a mis padres, desde el celador a los directivos… lo que me confirmó que Mendoza es un pañuelo. La metodología de enseñanza de aquellos años se basaba en la repetición. Todo debía estudiarse de memoria las tablas de multiplicar, las letras. Todo se repetía en voz alta y de forma coral, todos debíamos construir las sílabas y palabras diciendo la “p” con la “a” se dice “pa” …   (años después me enteré que se llamaba el método de la palabra generadora). Catequesis, la misa, las convivencias familiares y  las charlas de los sacerdotes era algo corriente y parte de la vida del colegio. En julio de ese año  presencié por TV el funeral del Presidente Juan D. Perón sin entender la magnitud de lo que había pasado pero recuerdo que me dio mucho fastidio que durante muchos días la TV,  mi ventana al mundo solo mostrase el ataúd y el cortejo fúnebre. 
            Recuerdo las palabras del Dr. Ricardo Balbín donde dijo en esa oportunidad “este viejo adversario despide a un amigo” Pasar de grado nunca fue difícil,  pero si fueron años complicados en lo económico y en lo social. Vivíamos como dentro de una burbuja sin saberlo. Un escudo de protección creado por los padres y por el temor generalizado, que hoy como adulto reconozco pero en aquellos años no teníamos idea de lo que pasaba, era la única forma en que estábamos acostumbrados a vivir. Los años de primaria fueron fáciles y la relación con mis compañeros era buena pero recuerdo con mucha impotencia frente a las injusticias que veía en las horas de gimnasia donde el profesor hacia distinción entre los que jugaban al hándbol, si los que jugaban bien y los que jugaban mal. Nunca fui de los mejores, pero tampoco fui el peor. Pero desde lo más íntimo de una clase de gimnasia veía como se manifestaban los principios de la división de clases.  Los adalides titulares “A” y los suplentes “a” y los que no lo eran.
             Hoy veo como la actitud inconsciente de un docente podía marcar para siempre a un niño, avergonzándolo en público gritándole “NO SEA MATUTE” frente a un error o un tropiezo. El “buling” era moneda corriente pero a nadie le importaba verdaderamente si alguien sufría o no simplemente importaba aquel que se destacaba jugando al hándbol.
             Toda la primaria solo corríamos detrás de la pelota o nos preparaban para hacer ejercicios de repetición sincronizados manteniendo distancia con los brazos como pequeños autómatas vestidos con remeras blancas, buzos de algodón azul y zapatillas blancas “marca flecha”, durante años no habían otras. Sin duda era el fiel reflejo de la segunda mitad  de los 70’ donde sin saber lo que verdaderamente significaba éramos los niños de la dictadura, desde lo social a lo político aunque la palabra política era como una “mala palabra”.  Nunca olvidaré aquella mañana de marzo cuando me preparaba para ir al colegio, parado en el comedor junto a mi padre frente al pequeño TV  blanco y negro  donde apareció el escudo nacional y se escuchó comunicado número uno de la junta militar…Dentro de la burbuja disfrutábamos de los desfiles militares del 9 de julio y amábamos cantar el himno y ver pasar las bandas de policía y soldados que tocaban las marchas los días festivos. Todos agitábamos banderitas cuando pasaban los soldados…
                Lo bueno de 1976 fue que en Julio se agrandó la familia nació mi único hermano “Guillermo” una pobre víctima de mis locuras  y experimentos que siempre me veía con admiración como su hermano mayor. Los 8 años de diferencia nos distanciaban mucho en las relaciones y actividades pero como todos sabíamos unirnos para hacer travesuras de niños.
                Siempre fui muy inquieto y sociable en una de esas excursiones por el vecindario fui a charlar con mi amigo “Rafael” que tenía como 20 años y estudiaba en la universidad. Ese día me mostró una caja de vidrio con insectos  y otra con mariposas de muchos colores. Tenía montones de “bichos”. Le pregunté por qué las coleccionaba y me dijo que lo hacía por que estudiaba agronomía y me contó cual era el trabajo del Ing. Agrónomo. Algo que me marcó para toda mi vida             
                Un día algo me sorprendió y me hizo pensar en que algo extraño pasaba en el país fue para el mundial 1978 cuando mi padre profesor de Inglés fue contratado como traductor del seleccionado holandés de futbol lo que me permitió tener acceso a revistas extranjeras. En una de ellas pude ver una caricatura del equipo holandés donde estaban en un estadio vestidos con ropa militar como luchando en un campo de batalla, las tribunas mostraban carteles en español que decían “Dictadura”. Luego me di cuenta que era la imagen que tenían en Europa de Argentina y su junta militar, un país en guerra
                Terminé mi primaria con relativa facilidad y con muchos deseos de salir de una escuela cerrada en el centro, una escuela en la que  a esa altura de mi vida no me sentía identificado. Mis padres se  habían  enterado que existía una escuela en el campo donde los alumnos usaban como uniforme pantalones de jean y camisa. Una escuela secundaria donde los alumnos aprendían a trabajar la tierra, una escuela abierta. La escuela Pouget en Bermejo Guaymallén mi lugar en el mundo!!! Una escuela pública mixta con alumnos que venían de diferentes lugares y de diferentes clases sociales, con diferentes creencias. Conocí a mis compañeros y compañeras en la cosecha de la uva en el gigantesco campo escolar, las clases comenzaban para los alumnos de 1° a 3° año quince días antes que para los otros bachilleratos. Había que levantar la cosecha para que la bodega elaborara el vino,  el único premio que recibíamos era una taza de yerbeado y una roseta de pan, pero por alguna razón la disfrutábamos como si fuese la más rica del mundo!!! Tal vez era porque la habíamos ganado con nuestro esfuerzo
.               Los primeros años de la escuela técnica fueron ásperos por que había que adaptarse a la gran cantidad de docentes con diferentes ideas, metodologías de enseñanza, como también el doble turno donde a la tarde hacíamos las prácticas agrícolas. Tantas horas dentro de la escuela hacía que los compañeros pasaran a otro nivel de relación era como si fuésemos casi hermanos una gran familia. Una docente que me impactó o podríamos decir que me chocó fue la profesora de matemáticas  y fisicoquímica  de 1er año quien fue mi asesora en la feria de ciencias escolar. Solo estuvo presente con su nombre fue tan poco su asesoramiento y la atención que puso en mi trabajo que realmente me marcó para siempre por lo que decidí nunca más participar en ese tipo de eventos. Realmente una desafortunada experiencia. Algo muy bueno salió de ese día, los alumnos que estaban a mi lado habían presentado un trabajo donde elaboraban “vino a partir de la harina de trigo” a pesar de que  técnicamente era posible, pero legalmente no sin querer me dieron ideas y conceptos que luego serían herramientas muy útiles 40 años después
                 Aquellos  años 80 no dejaban de ser duros  para la economía  que golpeaba  al país y   todas las familias,  en esos tiempos en nuestras cabezas reinaba la idea que si trabajábamos duro lograríamos cumplir con nuestros sueños existía el mito que a los alumnos de sexto año al terminar y recibirse de enólogo venían empresas extranjeras  que los contrataban para buenos trabajos con muy buenos sueldo. Hasta segundo año fue un periodo de descubrimiento donde sentía interés por todo lo nuevo que veía, pero más por toda esa contención que generaba ese entorno único de  la escuela técnica desde la preceptora “Angelita” que nos cuidaba y aconsejaba una especie de “madre de todos” hasta “Amelia” la dueña del kiosco escolar que era capaz de  corretear con una escoba y no  permitir el ingreso a la cocina  dejando sin café a cualquier profesor desalmado que se metiese con  “sus chicos”. Hoy a la distancia veo lo importante que fue para  nuestra educación y para todos aquellas generaciones de “pougetinos” que la disfrutamos como madre o abuela adoptiva                  En 1982 vivimos la locura de la guerra de Malvinas que nos golpeó muy duro donde la profesora Berti de geografía de manera eufórica nos hacia llevar un registro periodístico con recortes del diario de lo que pasaba día a día. Un día próximo al final del conflicto me paré en su clase y le dije “profesora estamos perdiendo es imposible que las noticias del diario sean verdaderas Inglaterra es una verdadera potencia mundial”. La respuesta fue contundente Maessen salga del aula y valla a preceptoría …
Algo bueno nos dejó esa año tan terrible el resurgimiento del rock nacional una mirada hacia adentro y también vinieron cambios,  tiempos  de vientos nuevos. La democracia llegó y con ella se comenzó a hablar de política poco a poco como despertando de un largo sueño. Llegó el destape en muchos aspectos surgió la esperanza con el gobierno de Raúl Alfosin que nos dijo “Con la democracia se come se cura y se educa” y así  llegó la primavera democrática… En las conversaciones familiares cuando me preguntaban que tenía pensado para mi futuro la respuesta era contundente “Ing. Agrónomo” y lo que nunca sería era docente porque veía como se sufría por los bajos salarios
                En la escuela mientras más veía materias técnicas y específicas más me enamoraba de la educación técnica todo surgía sin esfuerzo llegando a ser el primer promedio de mi curso durante un par de años. Pero como dicen “la sangre tira” al mismo momento en que mi padre  se transformaba en uno de los docentes sindicalistas más reconocidos en la historia de Mendoza con apariciones diarias en los medios de comunicación  un profesor de historia “Zarco Billen”  nos enseñaba historia Argentina, como no contábamos con VHS nos convocó fuera de horario escolar a una sandwichería en la calle Vicente Zapata llamada el gran lomo donde el llevó el vídeo de la película “La República Perdida” era toda una novedad el estudiar viendo la tele lo que impactó en mi forma de ver las clases. “Zarco” fue un profesor con el que entable una  amistad hasta el día de su muerte. 
                Se comenzó a formar el centro de estudiantes de la Pouget y participé como delegado y así rodando y rodando llegó tímidamente 1986. ”El  año más increíble de mi vida, el  6to año” cumplía 18 años y fui elegido  presidente del centro de estudiantes donde movilizamos a los jóvenes de la Pouget sin importar la política externa o partidaria sino pensando en que podíamos hacer por nuestra propia escuela. Fueron tiempos increíbles donde todo el tiempo se destinaba a trabajar, soñar y construir una escuela mejor sin confrontaciones con los directivos pensando en el bien común por lo que fui reconocido por el director con una placa por el apoyo incondicional a la gestión educativa. 
                    También conocí a la mujer de mi vida la que actualmente es mi esposa y madre de mis hijos fueron tiempos de gloria pero. La “fama de mi padre” no llego sola llegaron tiempos duros de amenazas telefónicas y sufrir el atentado del incendio del viejo automóvil que teníamos en la puerta de casa, luego llegó la separación de mis padres por lo que  todo se tornó oscuro y complicado. 
                      Así comencé la facultad en la UNC para estudiar agronomía, un mundo muy diferente al que imaginaba donde prácticamente era un número. Los años en la universidad nacional de cuyo fueron muy duros en todos los aspectos desde loa económico a lo emocional. Una currícula llena de contenidos rígidos pensados en introducir en la mente de los jóvenes millones de conceptos bajo presión me hizo sentirme como un “hamster en su ruedita” lo que comenzó a desilusionarme. De igual manera me esforcé mucho por superar obstáculos y conocí docentes para el olvido, docentes mediocres y otros maravillosos como los  profesores de la cátedra de zoología agrícola casualmente donde enseñaban a confeccionar las cajas entomológicas iguales a las que me había mostrado mi amigo “Rafael” cuando era un niño. Entre los paros docentes y penurias económicas aparecieron en mi vida las abejas. Un amigo me dijo que en el techo de su casa había llegado un enjambre y así comenzó la aventura más loca de toda mi vida mi ingreso en la “apicultura”. Comencé a estudiar en la Escuela de apicultura de ACUDA – Asociación Cuyana de Apicultores,  una escuela donde los docentes eran apicultores y daban clases adhonorem por que amaban a las abejas. El cursado era sábado y domingo y se basaba en 300 horas de práctica en el campo frente a la colmena y 200 horas de teoría. 
                    Nunca imaginé que una institución fuera del sistema formal de educación podía darme tantas herramientas para mi vida. En un año y medio me transformé en un Perito Apícola, dejé la facultad de agronomía y salí al mundo con las abejas a cuesta. Si parece muy loco pero comencé a ver en donde podía especializarme en apicultura para saber más y más del tema lo que me llevó a viajar por todo el país conociendo a los técnicos más importantes y a diversos personajes que me brindaron sus conocimientos y amistad. En poco tiempo me transformé en un especialista reconocido de la apicultura con programas en radio, televisión que publicaba artículos técnicos en el diario y en revistas especializadas a nivel país. Si algo aprendí de esa época que se hace camino al andar … comencé a ser parte de la Sociedad Argentina de Apicultores una ONG que tiene su propia escuela de apicultura que fue madre de las escuelas de apicultura de todo el país. 
                    Era 1991 y  con el título de técnico del secundario descubrí que podía dar clases con relativa facilidad, como algo que me brotaba desde adentro. Tomé como premisa “Debo dar las clases como me hubiese gustado que me las diesen a mi” una fórmula que funcionó muy bien y así comencé a dar clases de jardinería y horticultura en Cruz de Piedra – Maipú y luego en Carrodilla Luján de Cuyo, Palmira y después Alto Verde San Martín. Con 23 años  titularice el cargo de Maestro de Enseñanza Práctica en un concurso  de contraposición de antecedentes donde fui a trabajar a la escuela Agraria de  Vista Flores – Tunuyán. No puedo dejar de emocionarme al recordar esos años tan maravillosos que me llenaron  de afectos que hasta el día de hoy me llenan el alma.  Paralelamente a esto llegó el casamiento con el amor de mi vida, una decisión que tomamos con Pamela luego de seis años y medio de noviazgo era hora de vivir juntos porque así lo sentíamos.
                 La Dirección provincial de Cooperativas me contrató para conformar un equipo técnico para asesorar y capacitar las cooperativas apícolas que habían en la provincia lo que me permitió trabajar con niños y adultos de los más diversos niveles culturales. Fue el principio del uso de la PC y la aparición de Windows lo que poco a poco se transformó en una herramienta nueva que me permitió trabajar mejor
                Eran los tiempos de las presidencias de Carlos Menem (1.989 a 1.999) que en un principio  nos dio esperanza y un poco de alivio económico pero luego volvimos a caer en una nueva crisis. Llegaron tiempos difíciles y de temor a perder el trabajo y al cierre de la escuela técnica. Los talleres que siempre habíamos tenido se transformaron en el taller tecnológico donde de un día para otro nos enviaron a capacitarnos para cambiar la forma y el estilo de enseñar. Pude entender el mensaje sin perder la esencia técnica y en poco tiempo fui nombrado coordinador del área de tecnología liderando esta nueva aventura de talleres. Organizábamos la “Semana de la tecnología “ y había toda una efervescencia tecnológica que nos llevó a intervenir en Feria de Ciencias, ahora si tuve la oportunidad de participar como asesor y me propuse apoyar a mis alumnos incondicionalmente  en sus proyectos lo que poco a poco nos dio experiencia a mí como docente y a los alumnos como participantes. Luego de varios años de trabajo y de ganar muchos premios llegamos en 1999 a la Feria mundial de Ciencias en Filadelfia E.E.U.U. una increíble experiencia de aprendizaje no permitió salir de la caverna y al regresar nada fue igual porque tuvimos la oportunidad de ver el mundo desde otra perspectiva.         
                  En mi vida apícola una cosa llevó a otra  y la Asociación Cuyana de Apicultores me designó  Director de la Escuela de Apicultura, si ahí donde me había formado por lo que pude dar rienda suelta a todas mis ideas de innovar el sistema de educación apícola en Mendoza. Por lo menos en esa institución que estaba fuera del sistema jajaja. Fui muy criticado por utilizar los audiovisuales como herramienta educativa llegué a tener una de las colecciones más importantes de audiovisuales de apicultura de América.-
                A nivel familiar llegaron los hijos  uno a uno con todo lo que eso conlleva alegrías, tristezas, sueños en síntesis vivir. Pasaron los años y llegó el temido año 2000, pero luego llego el 2001 y  el mundo no se terminó como muchos pensaban... Como una tormenta de granizo destructiva calló sobre mí los primeros días de enero el anuncio por televisión de  la Prof. Emma Cunietti en esos entonces Directora General de Escuelas que se daban de baja a todos los profesores suplentes a cargo de los talleres tecnológicos. Una noticia en el inicio de las vacaciones que en mi caso me hacía perder el 50 % de mis ingresos fue la primer causal que me hizo pensar que era  hora de trabajar más cerca de casa 12 años de ir y volver todos los días me hacían perder mucho tiempo del día en viaje, y lo que era peor mientras el reloj giraba me perdía mucho de lo que pasaba en la vida de mis hijos,  esas pequeñas cosas del día a día que hoy valoro cada vez más. Fue el momento de trasladarme y dejar el Valle de Uco para aventurarme en la 4-025 de Los Corralitos a media hora de casa. Hoy después de tantos años pienso en todo lo que gané al trasladarme pero parte de mi corazón de docente lo perdí en Vista Flores. Como dicen cuando se cierra una puerta se abren ventanas y así fue la Fundación Rural ONG. perteneciente a las Industrias Cartelone presidida por el mismísimo reconocido empresario Gerardo Cartelone en persona me convocó por medio de su secretario el Licenciado Ernesto Lona porque querían proponerme un nuevo proyecto vinculado a la educación apícola, se habían enterado de mi paso por ACUDA y querían proponerme que organizase un sistema de educación apícola para gente de todas las edades con la intención de que fuesen microemprendedores. Me dieron la libertad en todos los aspectos brindándome recursos económicos para honorarios, sus hermosas instalaciones en plena ciudad de Mendoza, como también las comunicaciones para llegar a los medios manejando una amplia red de contactos para difundir toda la propuesta, la única condición fue que debía ser “TOTALMENTE GRATUITO PARA LOS ASISTENTES”. Así pude de gran forma revolucionar la forma de dar apicultura en Argentina proponiendo educación apícola gratuita modulada de calidad a más de 3.000 personas durante más de 16 años. Muchas escuelas de apicultura tomaron la idea y la adaptaron buscando esponsores para poder dar cursos gratuitos. La agraria de Los Corralitos me recibió con los brazos abiertos y en algunos casos con los puños cerrados especialmente aquellos profesores caudillos que adormilados por los años no hacían ni dejaban hacer.  Así todo encontré un buen terreno para construir un espacio ligado a la apicultura en la  escuela “centro apícola El Chinital” que tenía como principio promover la apicultura en las escuelas medias aprovechando todos los recursos existentes articulando con instituciones y organizaciones externas estatales y privadas. Lo interesante de esto era poner en funcionamiento parte del edificio escolar los sábados y domingos para capacitar a gente que quería aprender apicultura. Con la participación de amigos y apicultores el proyecto fue un éxito que adquirió reconocimiento internacional por que no solo se trabajaba enseñando apicultura sino que se realizaba investigación de campo apícola donde intervenían alumnos de nivel medio algo que hasta el momento poco usual. Llegaron visitas de diferentes países del mundo Colombia, Chile, Cuba  y también llegó la posibilidad de presentar la propuesta en la comisión de desarrollo rural del encuentro de APIMONDIA  [3]
                        En el 2007 en Melbourne Australia y allí estuve todo lo que habíamos logrado en “El chinital. Aprendí a administrar muy bien el tiempo y tuve la oportunidad cursar la tecnicatura superior en producción y comercialización apícola que dictaba el ISTEEC en su sede de Lujan de Cuyo y como un “dejá vu” regresé a los pasillos de la Facultad de Ciencias Agrarias y me encontré con viejos profesores, algunos amigos, y ex alumnos de apicultura que a partir de ese momento fueron compañeros. También rencontré algún que otro personaje nefasto que para esa altura no era ni más ni menos que el coordinador de la carrera[4]. Cursé y aprobé con mucho sacrificio quitándole horas al descanso y a la familia pero dio sus frutos me recibí y al terminar había adquirido las herramientas dentro del sistema que me permitían con una nueva trayectoria formativa blanquear mi situación de especialista en apicultura. Todo el trabajo llevó al reconocimiento internacional y los viajes por muchos países de Latinoamérica pero siempre mantuve los pies en la tierra en todos los aspectos llegó el Congreso Mundial de Apicultura del 2011 donde fui designado como coordinador de dos concursos mundiales el de libros y medios apícolas como también el de Hidromiel y vinagre de miel. Fue un trabajo increíble donde entrené a los jurados y al final tuve que definir el concurso mundial de hidromieles por un triple empate. Son esos regalos que te da la vida y fue mi revancha personal  con aquel que me dijo que no sería capaz…
                A esta tura el proyecto apícola  “El Chinital” en Los Corralitos por mi propia decisión lo fui cerrando poco a poco. Tanto reconocimiento y viajes  generó mucho recelo  en algunas autoridades escolares que llegaron a decirme “sos más famoso que la escuela” por lo que me di cuenta que no es bueno “brillar más que el sol” …
                Los ir y venir laborales me hicieron tomar horas de escuela domiciliaria donde he tenido muchos alumnos de diferentes años. De todos ellos el caso más duro que tuve fue el caso de “Agustín” joven enfermo de leucemia al cual acompañé hasta el final. Siempre me pregunto ¿Por qué me toco vivir esto?, pero me siento orgulloso de haberlo hecho porque fui parte de un Estado presente, de un sistema educativo que acompaña y contiene
                Actualmente sigo con mi cargo de MEP que tuve que licenciar para ser JGEP y tuve la oportunidad de tomar el cargo de Coordinador del área técnica de la escuela que verdaderamente son el gran desafío del día a día. No creo que el problema de la calidad en la educación actual este en tener más o menos horas de clases, o si tenemos una determinada población estudiantil con uno u otro conflicto. Creo que el desafío está en los docentes que deben involucrarse más con el rol como educadores entendiendo que se enseña hasta cuando uno se equivoca. Los docentes de hoy en muchas escuelas técnicas están más preocupados por competir entre ellos si son ingenieros o técnicos, mirando lo que hacen otros sin poner foco en sus alumnos. Los celos y la envidia son la enfermedad más grande que invade nuestras instituciones. Para crear un país mejor debemos poder sembrar en la mente de los jóvenes sueños e ideas que les den esperanza en el futuro de esa forma serán verdaderamente libres
[1]  Los modos de construir el conocimiento.
[2]  La manera de vincularse socio-afectiva./ El contexto.
[3] APIMONDIA una especie de ONU de los apicultores donde participan más de 116 organizaciones de diferentes países
[4] Cuando estudiaba agronomía ese profesor frente a una propuesta de proyecto  sobre elaboración de vinos de miel – hidromieles -que le presenté me manifestó “Que no era capaz de hacerlo y llevarlo a cabo” .Un ejemplo negativo de docente que me marcó para siempre
 
 


AUTOBIOGRAFIA ESCOLAR: Una mirada interna

     N ací en la década del 60” un par de años después del derrocamiento del presidente Arturo Illia en pleno gobierno de facto del Teniente...